La biblioteca de las vidas cotidianas de la India rural

Reportaje publicado en Mi biblioteca, año XII, n. 46, verano 2016.

PARI es un fondo documental de acceso abierto en Internet que, con la colaboración de la población, construye una memoria colectiva compuesta de una diversidad de historias cotidianas de las personas participantes del proyecto.

El archivo digital PARI, siglas en inglés correspondientes a People’s Archive of Rural India (traducido como “el archivo de la gente de la India rural”), es una iniciativa de divulgación de un conocimiento generado con la participación de la población que documenta la diversidad de la India rural, desde que comenzó su actividad en 2014.

El archivo es de acceso abierto y está disponible en el sitio web ruralindiaonline.org, una plataforma multimedia que integra contenido en varios formatos. A través de vídeos, fotografías, audios y documentos de texto, se muestran e ilustran cientos de historias que reflejan la cotidianeidad de las personas que viven en las zonas rurales en India: sus saberes ancestrales, sus tradiciones, su vida cotidiana, sus lenguas, sus costumbres e intereses, en suma, sus culturas.

Es un archivo que no necesita ser desempolvado, que respira y crece gracias a participación del pueblo, cuya contribución alimenta este fondo de la memoria colectiva con su conocimiento desde las experiencias vitales transmitidas de forma oral de generación en generación. Un saber que las bibliotecas tradicionales no han solido recoger por la primacía dada al conocimiento escrito.

El objetivo de esta iniciativa archivística pionera en India es documentar la diversidad del país asiático desde la perspectiva de la gente que habita el medio rural y constituye alrededor del setenta por ciento de la población total.

Fundado por un veterano reportero rural

El acto de presentación del archivo digital PARI tuvo lugar en enero de 2015 en Nueva Delhi y estuvo a cargo del fundador del proyecto, Palagummi Sainath, un reconocido periodista indio que trabajó por más de tres décadas como editor para el periódico The Hindu. Durante su carrera de reportero experto en asuntos rurales, ha cubierto las diversas realidades del ámbito rural y los asuntos agrarios, constituyéndose en referente periodístico de la crisis agraria y el empobrecimiento en las zonas rurales del país. Entre los muchos reconocimientos nacionales e internacionales que le han sido otorgados, en 2007 fue laureado con el premio Ramon Magsaysay, en la modalidad de literatura periodística y ciencias de la comunicación creativa, considerado como el premio Nobel asiático que se otorga a personalidades que hayan demostrado su excelencia en Asia. Su dedicación profesional a documentar los problemas de las poblaciones excluidas ha resultado en una prolífica obra; entre su publicaciones incluye trabajos sobre los suicidios de los agricultores, foto reportajes de la contribución que las mujeres de las zonas rurales hacen a la economía nacional, así como otros trabajos sobre los impactos negativos que la globalización ha tenido en las poblaciones agrarias.

El pasado 23 de junio de 2016, P. Sainath junto con otros miembros del equipo de PARI recogió el premio Memorial Award Praful Bidwai en Nueva Delhi. Un reconocimiento al archivo digital PARI por documentar la India rural en toda su diversidad.

Una biblioteca digital construida desde la participación

Entre las acciones concretas de esta biblioteca digital encontramos la documentación de la diversidad lingüística, cultural y social, gracias a la colaboración de las personas de varias poblaciones a lo largo y ancho de la India quienes, a su vez, son las protagonistas de las historias recogidas en esta biblioteca digital. Alicia Hernández, experta en archivística y documentación, en un artículo publicado en Archivamos, revista trimestral dedicada a la actualidad de los archivos y documentos, destaca la importancia de este archivo como medio de difusión para dar a conocer las condiciones de vida de las personas en la India rural y de los problemas que atraviesan, puesto que dando voz a estas personas contribuyen a que estos sean escuchados y merma el silencio en el que se ven inmersas estas gentes.

La incidencia la ponen en las personas como las protagonistas de sus historias e informadoras de sus contextos, dejan que las voces de la gente salgan directamente en las historias. Navegando por esta biblioteca de historias humanas puedes aprender, por ejemplo, las técnicas de alfarería que practica una comunidad que vive en una zona llamada Kumbharwada, en el slum (barrio de chabolas) de Dharavi, ubicado en el centro de la metrópolis de Mumbai (antes Bombay). Hanif Galwani, alfarero de la comunidad, en un vídeo relata los orígenes y la transferencia generacional de los conocimientos de las técnicas que utilizan.

En otro vídeo, la septuagenaria Gujjari Mohanty muestra su trabajo diario en su plantación de betel (planta cuyas hojas se utilizan como envoltura en preparados de tabaco y otras sustancias, para mascar). Junto a otras agricultoras y agricultores de los pueblos de Dhinkia y Govindpuri en el Estado de Odisha (antes Orissa), su familia lucha por la defensa de sus tierras frente a una empresa siderúrgica que persigue su adquisición. “En la era de la informática en la que vivimos, ¿qué trabajos nos van a ofrecer?”, desconfía Gujjari, y reivindica: “He vivido aquí durante los últimos treinta años. Vivo contenta con estas tierras productivas. Con las ganancias puedo proporcionar una educación a mis nietos. Mi nieta está estudiando en la universidad, y otro nieto está estudiando una ingeniería en Bhubaneswar (capital del estado de Odisha)”.

Urvashi Sarkar, periodista freelance y voluntaria en PARI, en su artículo publicado en TheHoot.org, asegura que esta iniciativa otorga un gran valor a las personas cuyas historia se están contando, y subraya “PARI hace de las y los habitantes de la India rural los principales interesados, quienes tienen voz y voto en la creación de este archivo”. Alicia Hernández, apunta que “La gran novedad que aporta el proyecto, y una de las características que lo diferencia de otros, es que en cada uno de los documentales grabados se procura que el narrador de la historia sea el propio protagonista de la misma. De tal forma que si un vídeo está hablando sobre la vida de las mujeres tribales sea una de ellas la que cuente sus experiencias”.

Si bien está organizado y supervisado por un grupo de expertos, el trabajo de documentación se lleva a cabo por un grupo numeroso de voluntarias y voluntarios desde varios lugares del país. Para tal fin, ponen en marcha un mecanismo de participación ciudadana, de tal modo que la labor de documentación de la vida cotidiana de la gente, con información actual y contemporánea, se pueda conseguir a través de la colaboración y el trabajo conjunto. “En PARI somos profesionales que trabajamos de manera voluntaria desde varios lugares en India, desde Delhi, Mumbai, Pune, Chennai, Bangalore, Bhubaneshwar, y el resto de la India”, detalla Namita Waikar, editora jefa del archivo, en un correo electrónico enviado desde Pune.

Organización del proyecto

Desde sus comienzos, el archivo ha tenido una gran acogida y cuenta con centenares de voluntarias y voluntarios, en su mayoría antiguos compañeros y compañeras del periodista fundador del proyecto, así como estudiantes de periodismo a los que dio clase. “Estamos recibiendo semanalmente propuestas de cerca de 150 voluntarios, el grupo central está formado por catorce personas, además de un centenar de voluntarios altamente cualificados” le contó P. Sainath al semanario The Yale Herald, en 2015.

 

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P. Sainath, fundador de PARI, dando una charla sobre el archivo digital PARI a alumnas y alumnos de la Universidad JNU en Nueva Delhi en marzo de 2016.

Es un proyecto sin ánimo de lucro que se sustenta gracias a las contribuciones de las personas que forman parte de la red PARI, conformada por profesionales, desde editores, traductores y periodistas a abogados y contables. Tal y como explica Urvashi Sarkar, “los contenidos del sitio web son de acceso abierto y cuentan con la licencia creative commons (versión 4.0), esto es, los contenidos pueden ser compartidos, mientras sea para un uso no comercial y no derivado, siguiendo una política de copyleft”, y asegura: “El sitio web está gestionado por The Counter Media Trust, a su vez el organismo Counter Media Network mantiene y financia su principal actividad, gracias a las cuotas de afiliación, el trabajo voluntario, las donaciones y las contribuciones directas de personas”. De acuerdo a P. Sainath, el proyecto se sustenta con financiación popular y descartan la opción de la financiación directa para no depender de ninguna empresa ni gobierno y mantener, de este modo, su independencia.

El archivo busca crecer con la participación pública. Al poner el énfasis en las cuestiones rurales, el proyecto PARI marca una alternativa significativa en la forma de hacer información en India hoy, lejos de la mercantilización de los medios de información, que atienden principalmente a la clase media consumista. “La creciente mercantilización de los medios de información ha marginalizado las historias rurales, a excepción de las que tratan sobre crímenes, lagunas en los planes gubernamentales o crisis agrarias ocasionales”, denuncia Urvashi Sarkar.

Durante una entrevista para el medio de información digital Newslaundry, P. Sainath lamenta que los medios de información privados no tengan interés en reflejar las cuestiones del campesinado, ni en mostrar la realidad rural del país, también observa que, hoy en día, los reporteros especializados en el ámbito rural solo se encuentran en algunos periódicos locales y no a nivel nacional, y se queja: “Estos puestos han quedado extintos y en su lugar ahora encuentras corresponsales de la industria y la economía que se comunican con las empresas. En vez de dar voz a sus trabajadores y trabajadoras, prefieren ser sus portavoces”. De este modo, el fundador de PARI pone en evidencia la limitación del periodismo tradicional e insiste sobre el silencio en el que queda “la pobreza, los asuntos de vivienda y las personas sin hogar, un gran problema en el país, así como el éxodo rural entre 2001 y 2011, una de las más grandes migraciones en la historia, según los dos últimos censos, al no haber nadie que haga el seguimiento de estos asuntos”; una situación que define como “una exclusión estructural de la gente corriente”.

Un diario vivo

Este archivo digital pretende constituirse en parte de la solución y contribuir a contrarrestar esta realidad con una labor de documentación en formato digital de la vida autóctona en el campo, donde cada terruño puede esconder historias vitales que contar. “No ha habido un día que haya pasado en la India rural sin aprender algo nuevo y fascinante”, declara P. Sainath en la misma entrevista para Newslaundry, para quien la India rural es el Shangri-La del periodismo y “el lugar más complejo del planeta”.

El concepto detrás de esta biblioteca digital en la que puedes recorrer los archivos en red, buscando historias de gentes y comunidades, pretende informar, inspirar pero, sobre todo, transformar al visitante. La recolección de todas estas narraciones, reportajes, crónicas y otros documentos busca inspirar empatía, comprensión y respeto por las personas cuyas historias recoge entre sus páginas digitales. Es una iniciación al diálogo con la India rural, que constituye la mayoría de la población y queda en muchas ocasiones olvidada y sin voz en los medios de información dominantes, así como en las bibliotecas y archivos tradicionales. “Los archivos y las bibliotecas han estado por mucho tiempo en manos de regímenes y de gobiernos” lamenta el fundador de PARI e insiste en que, como alternativa, “este archivo está en manos de las personas, es un registro vivo, una historia de la vida cotidiana, tal y como sucede”.

Un centro de recursos multimedia para la investigación y la docencia

En PARI quieren aprovechar la oportunidad que ofrecen las plataformas digitales y las nuevas tecnologías para acoger en sus archivos documentos con todo tipo de formatos disponibles, incluyendo formatos multimedia como las fotografías acompañadas de narraciones en audio. “La idea es presentar el contenido y contar la historia de la manera más atractiva posible sin que esté restringida por la forma” celebra Aparna Kathikeyan, periodista y voluntaria en PARI, en un artículo publicado en TheHoot.org.

Este peculiar fondo documental es de gran interés para los estudios sociales y culturales, dado que documenta realidades de los pueblos de la India, a través de las experiencias de sus habitantes. La convivencia de todas estas personas es suficiente motivo para entender lo significativa que es la labor de documentar las experiencias de su día a día, así como de dar visibilidad a las injusticias que enfrentan y de representar su complejidad.

De este modo, este archivo digital pone a disposición del público una fuente de recursos digital de acceso abierto para las investigaciones y para el estudio de la diversidad sociolingüística y cultural existente en India. Por otra parte, esta biblioteca digital puede servir como fuente de investigación histórica para futuras investigaciones. “Se pretende que todos estos documentales estén además respaldados por artículos y trabajos de investigación sobre el tema que se trate en cada uno de ellos. El archivo recoge y conserva cantidad de informes y estudios sobre la India rural, realizados previamente, y otros tantos elaborados expresamente para PARI, constituyendo así un gran recurso informativo para los estudiantes, docentes e investigadores, al que podrán acceder en cualquier momento y desde cualquier lugar”, destaca Alicia Hernández. Los investigadores, académicos, especialista o cualquier persona interesada en la India rural puede acceder a esta plataforma y consultar recursos como informes oficiales y no oficiales sobre la India rural, al mismo tiempo que pueden contribuir con la aportación de sus investigaciones y hallazgos al proyecto colectivo.

Además de la labor documental y archivística, este proyecto propone crear recursos informativos y educativos para la docencia. La vertiente educativa de este proyecto trata de crear un repositorio de trabajos estudiantiles en beneficio de alumnos que, a su vez, pueden participar escribiendo sus propios libros de texto.

Documentar la diversidad lingüística

La organización prevé recolectar documentos de las lenguas vivas en India, con la grabación de conversaciones, canciones y poesías, de tal modo podría instaurarse como una fuente prominente de documentación de la cultura oral del país.

Remontándonos a la historia reciente, la época colonial, precedente a la construcción del Estado nación indio, significó un ocaso para las lenguas y culturas autóctonas. Las adversidades que originó y la herencia que dejó el pasado colonial, debemos tenerlas en consideración para entender el contexto multicultural actual. Sri Aurobindo (1872-1950) escribió una serie de crónicas para la revista Arya, del que fue su fundador, y que más tarde publicó en su obra de 1919, El ideal de la unidad humana.

Armand Mattelart (1) en su libro de 2006, Diversidad cultural y mundialización, recupera un extracto de una de ellas que resume los efectos de la colonización en la diversidad lingüística y la identidad nacional: “Nada ha obstaculizado tanto el rápido progreso de la India, nada ha impedido tanto su toma de conciencia de sí misma y su desarrollo en las condiciones modernas, como este largo eclipse de las lenguas de la India, en cuanto instrumento cultural a la sombra de la lengua inglesa (…) El lenguaje tiene tanta importancia en la vida de una nación, tiene tantas ventajas para la masa de la humanidad que las almas de grupo en el mundo deberían conservar, desarrollar y utilizar con una vigorosa individualidad de grupo su natural instrumento de expresión”.

La labor de documentación de la diversidad lingüística es significativa en un país con semejante plétora de lenguas, donde las lenguas con menos de 10.000 hablantes, muchas de ellas en peligro de desaparición, no están reconocidas. De ahí la disparidad de las cifras oficiales con la encuesta lingüística más reciente y completa llevada a cabo en el país, titulada en inglés People’s Linguistic Survey of India (La encuesta lingüística de la población india), que hace un recuento de 780 lenguas y 66 escrituras diferentes.

G.N Devy fue el precursor de esta encuesta lingüística que inició en 2010, y explicó al periódico The Hindu (2) que los hallazgos del estudio desvelaban conocimientos significativos, como que las zonas del nordeste del país tienen una de las más altas densidades de lenguas per cápita en el mundo. Según el académico, esto es debido a la dificultosa topografía de la región y a la historia de las comunidades indígenas.

Las lenguas en peligro

“En la actualidad se hablan 780 idiomas diferentes y se utilizan 86 escrituras diferentes en el país. Aunque es sin duda un hecho para celebrar la diversidad del país, la parte lamentable es que hayamos perdido casi 250 lenguas en los últimos cincuenta años”, advirtió G.N. Devy en una publicación del diario Hindustan Times en 2014.

Otros datos que confirman la relevancia de documentar la diversidad lingüística en India son los desvelados por el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro. Este informe estima que son 197 las lenguas en peligro en India, siendo el país con mayor número de lenguas amenazadas en el planeta, seguido por los Estados Unidos de América, con 191 lenguas en peligro, y Brasil, con 190.

La pérdida de una lengua, como acto social, conlleva también la pérdida de una gran parte de la historia del pueblo que la habla y, en consecuencia, de su comunidad, de su territorio y patrimonio sociocultural y de la humanidad en general. “Si nada se hace, la mitad de los 6.000 idiomas hablados actualmente [en todo el mundo] desaparecerá a finales de este siglo. Con la desaparición de las lenguas no escritas y no documentadas, la humanidad no solo perdería una gran riqueza cultural, sino también conocimientos ancestrales contenidos, en particular, en las lenguas indígenas”, estima la Unesco desde su página web(3). Las comunidades y poblaciones que hablan estas lenguas minoritarias, a través de sus oralidades, transfieren valiosos conocimientos sobre la naturaleza y los ecosistemas donde estas culturas han habitado durante generaciones.

La desaparición de la lengua Bo

En 2010 murió la señora Boa y con ella la lengua Bo, hasta entonces hablada en el archipiélago de las islas Andamán en India, por la población indígena (conocida como Great Andamanese en inglés) habitantes del Grande Andamán, el archipiélago principal de las islas Andamán.

Anvita Abbi, profesora de lingüística de la Universidad Jawaharlal Nehru en Nueva Delhi explicó a BBC News en 2010 que Boa, tras la muerte de sus padres, fue la única que utilizó esta lengua con la palabra hablada durante 30 y 40 años. “Boa aprendió hindi para poder comunicarse con la gente”, destaca Abbi. Una realidad que ilustra cómo sobreviven estas lenguas en las prácticas comunicativas diarias en la localidad, que en la mayoría de los casos es multilingüe.

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Un playa en el archipiélago de las Islas Andamán en el golfo de Bengala.

Abbi llevó a cabo una importante labor de documentación lingüística en estas islas, desde 2005 hasta 2009, sobre la desaparición de las lenguas de las islas Andamán denominado VOGA, por sus siglas en inglés correspondientes a Vanishing Voices of the Great Andamanese. Con este proyecto crearon un diccionario y una gramática de estas lenguas, entre otros recursos disponibles en el archivo digital creado para tal fin (4) , donde se puede también consultar información sociolingüística y cultural, un diccionario de términos y frases, un archivo de audio con canciones, un análisis de la evolución del número de las personas que conforman esta población indígena, el porcentaje de hablantes y sus competencias lingüísticas.

Preservar la diversidad del país es una preocupación entre muchos sectores de la sociedad y el archivo digital PARI, por su parte, se propone contribuir a la preservación de la diversidad lingüística, constituyéndose en un espacio de difusión para las lenguas habladas en India, como propuesta fundamentada en el aprendizaje. “El proyecto PARI me permite grabar y escribir sobre Varahdi, un dialecto Marathi hablado en la zona occidental de Vidarbha” cuenta a TheHoot.org Jaideep Hardikar, corresponsal en la India central y voluntario en PARI, que afirma que es algo que no podría hacer para un medio de información general.

La diversidad en el país no es solo lingüística, por lo que, el proyecto tiene también otros aspectos en cuenta como las ocupaciones, artesanías, costumbres, etcétera. P. Sainath conceptualiza la plataforma PARI como un lugar del buen periodismo, que entiende debe promover una sociedad que conversa y debate con ella misma y conecta a sus gentes entre sí. Propone, con esta iniciativa, recuperar e intentar revivir el arte de contar historias, con el fin de que pueda ser beneficiosa para la sociedad, involucrando a las personas a las que se dirige. El archivo digital PARI se enriquece con la diversidad cultural de la participación de las personas y es, por tanto, un proyecto que tiene el potencial de contribuir a la cohesión social en la fracturada sociedad india.

P. Sainath sostiene que afronta esta tarea desde una posición que niega sea “ni un falso optimismo ni un pesimismo cínico, pues ambas posiciones te llevan a la nula necesidad de no hacer nada”. En su lugar alega “vivir en el territorio de la esperanza”.

Notas:

(1) Para más información: Mattelart, A. (2006). Diversidad cultural y mundialización. (G. Multigner, Trad.). Barcelona: Paidós.

(2) Para más información: Shiv Sahay Singh, “Language survey reveals diversity”, The Hindu, 22 de Julio de 2014.

(3) Para consultar el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro:
http://www.unesco.org/culture/languages-atlas/es/atlasmap.html

(4) Para consultar la página web del proyecto VOGA: http://www.andamanese.net (fecha de consulta: 25/04/2015)

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